La que será la etapa más corta hasta ahora se torna una de las más bonitas y más entretenidas para las bicis.
Tras desayunar en un pequeño restaurante que dista medio kilómetro atrás de donde hemos pasado la noche, retomamos nuestro periplo a eso de las 11 a.m. nos tomamos las cosas con calma. Nos esperan 4 km. De fuerte subida y hay que dosificar fuerzas.
Pero toda subida tiene si bajada y ésta es de las buenas. Nos lanzamos hacia abajo, llegamos a King House Hotel a los pies de Glwn Etieve y ahí tenía nuestro periplo diario. Comida, comodidad y pereza nos obligan a montar campamento.
Lavamos ropa y nos lavamos nosotros en ferroso reguero. Al caer la noche, cervezas escocesas perfectas para rematar un día perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario